miércoles, 6 de noviembre de 2013

Lima

Hicimos nuestro primer viaje a Lima y particularmente me encontré con un pueblo vacío, que no colmó por completo mis expectativas. Aunque no recuerdo bien cuales eran, imaginé que algún evento extraño, típico o particular se daba en el lugar. Pensé en calles mas llenas y en lugares colmados.
Pero no, fue al contrario.
Pero en esas horas de la tarde, cuando el sol radiante nos sorprendió en las calles vacías, sentí algo particular. Lima tenia una atmósfera algo extraña, que me hacia pensar que algo estaba por pasar en cualquier momento. No sabia que ni como, pero algo tenia que pasar.
Recorrimos las calles principales y el centro, visitamos la Central de Atucha y el Club de Pesca, sin grandes resultados ni grandes personajes. Visitamos la estación de tren, sin grandes sorpresas, pero al volver nos encontramos con Eduardo, un hombre del lugar que nos hablo un poco de su vida y que circunstancias lo habían llevado allí. Seguimos recorriendo y llegamos al cementerio. Ahí encontramos algo de la amabilidad que esperamos recibir anteriormente (tal vez erramos al pensar que por ser un pueblo, todos debían ser amables y cálidos). Recorrimos el cementerio con calma y quizá ahí encontramos mas vida que en el pueblo mismo.
En fin, creo que Lima tiene cierto potencial, pero en definitiva la idea y el desafío es hacer mucho con bastante poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario